La teriflunomida, principal metabolito activo de la leflunomida, ha sido autorizado como tratamiento de base por vía oral de la esclerosis múltiple remitente-recurrente. Posee efecto inmunosupresor.
Se ha evaluado en un ensayo comparativo frente a interferón beta-1a con 324 pacientes y en dos ensayos comparativos con placebo con unos 2.300 pacientes en total durante 1 a 2 años. En estos ensayos, un tratamiento oral con teriflunomida a dosis de 14 mg al día se asoció a una reducción significativa del número anual medio de brotes comparado con placebo, pero es probable que sea menos eficaz que el interferón beta. Con una experiencia de menos de 2 años, no se ha demostrado que reduzca la progresión clínica.
El perfil de efectos adversos de la teriflunomida, similar al de la leflunomida, es numeroso: hepatotoxicidad, infecciones, leucopenias, hipertensión arterial, neuropatía periférica, alopecia, entre otros.
La larga semivida de eliminación de la teriflunomida (unos 19 días) complica la gestión de sus efectos adversos, numerosas interacciones y un eventual deseo gestacional.
En estudios en animales, la teriflunomida se ha mostrado teratogénica, y no debe ser utilizada en mujeres gestantes. No se puede descartar una toxicidad fetal a través del esperma.
En conclusión, los efectos adversos de la teriflunomida son desproporcionados frente a su eficacia en la esclerosis múltiple. En los pacientes con esclerosis múltiple remitente-recurrente es preferible seguir con interferón beta, a pesar de sus limitaciones.