En dos cohortes independientes de 551 y 806 personas con COVID-19 con PCR positiva en regiones del norte y del sudeste de Brasil, respectivamente, los consumidores de inhibidores de la bomba de protones (IBP) mostraron una mortalidad dos a tres veces más alta que los no consumidores.
La magnitud del riesgo ajustado por edad de >60 años, diabetes e hipertensión fue de 2,18 (IC95%, 1,63-2,91), en la cohorte de la región norte, y de 2,33 (IC95%, 1,66-3,27) en la del sudeste.