En pacientes de edad avanzada que consumen un anticoagulante oral directo (dabigatrán, apixabán o rivaroxabán), el consumo concomitante de claritromicina, comparado con el de azitromicina, se asoció a una mayor incidencia de hemorragia grave que requirió ingreso hospitalario. No obstante, el incremento de incidencia fue muy bajo, de 0,34%.
Se realizó un estudio de cohortes en 24.943 pacientes de edad avanzada (edad media de 77 años) que habían iniciado tratamiento con un anticoagulante oral directo. Los datos fueron extraídos de la base de datos administrativa sanitaria de la provincia de Ontario, Canadá, de 2009 a 2016. El consumo concomitante de claritromicina (6.592 pacientes) se asoció a un aumento del riesgo de ingreso hospitalario por hemorragia grave (gastrointestinal alta o baja, o intracraneal) (HR=1,71), que se tradujo en una diferencia absoluta del riesgo de ingreso hospitalario de solamente un 0,34%, de 0,43% con azitromicina, a 0,77% con claritromicina.
Hubo 9.972 pacientes tratados con rivaroxabán, 7.953 con apixabán y 7.018 con dabigatrán
Ya se sabía que el inicio de tratamiento con claritromicina en pacientes tratados con anticoagulantes directos incrementa los niveles plasmáticos de estos últimos. No se conocían las posibles implicaciones clínicas de esta interacción.