Dada la falta de pruebas sobre la eficacia de los inhibidores de la acetilcolinesterasa (IAC) en el tratamiento de la demencia, se recomienda evaluar el tratamiento de manera periódica. En este estudio se evaluó el efecto de desprescribir IAC sobre el riesgo de cualquier acontecimiento adverso (ingreso en hospital, visita a servicio de urgencias o muerte) y de caídas o fracturas graves en personas con demencia grave que vivían en residencias.
Se analizaron las prescripciones de Medicare en 2015 y 2016 en mayores de 65 años que vivían en residencias y con demencia grave, que recibían un IAC y con un mínimo de información básica.
Se incluyó a 37.106 personas, 75% mujeres, y edad de 80 años o más.
En los modelos estadísticos no ajustados la desprescripción de IAC se asoció a un aumento del riesgo del conjunto de los acontecimientos adversos considerados (ingreso en hospital, visita a urgencias o muerte) [OR=1,17 (IC95%, 1,11-1,23)], pero no en los ajustados por factores de confusión (OR=1,00).
Por el contrario, la retirada de los IAC se asoció a una disminución del riesgo de caída y fractura grave en los modelos no ajustados [OR=0,59 (IC95%, 0,52-0,66)], así como en los ajustados [OR=0,64 (IC95%, 0,56-0,73)].
Los autores concluyen que la retirada de IAC no se asoció a un aumento significativo de ingreso hospitalario, visita a servicio de urgencias o muerte, y se asoció a una reducción de la probabilidad de caída y de sufrir una fractura. Añaden que la retirada de los IAC constituye una estrategia razonable para reducir el riesgo de caída y fractura.