En este estudio de cohortes en población asegurada en Medicaid en EEUU, se examinó el riesgo de malformaciones congénitas asociado al consumo de fluconazol durante el primer trimestre del embarazo, a dosis habituales por vía oral, para el tratamiento de la candidiasis vulvovaginal.
De 1.969.954 embarazos incluidos, en 37.650 (1,9%) hubo exposición a fluconazol por vía oral, y 82.090 (4,2%) a fluconazol y otros antifúngicos imidazólicos en aplicación tópica (butoconazol, clotrimazol, miconazol, terconazol, tioconazol, y nistatina).
La prevalencia de malformaciones musculoesqueléticas fue de 52,1 por 10.000 embarazos en los expuestos a fluconazol, comparado con 37,3 por 10.000 los expuestos a otros imidazoles en aplicación tópica.
Los riesgos de malformaciones conotroncales (9,6 comparado con 8,3 por 10.000) y de paladar ojival (9,3 y 10,2) no mostraron diferencias entre fluconazol oral y otros imidazoles tópicos.
Los autores concluyen que no se halló asociación de consumo de fluconazol por vía oral con malformaciones conotroncales ni con paladar ojival, pero que se halló un aumento del riesgo de malformaciones musculoesqueléticas, de unos 12 casos adicionales por cada 10.000 embarazos con exposición.