Prosiguen los esfuerzos para ampliar todavía más los límites que justifiquen la prescripción masiva de estatinas.
Los resultados de este estudio longitudinal no aleatorizado, en una población de 36.375 participantes en un estudio de cohortes (Cooper Center Longitudinal Study, CCLS), de 42 años de mediana de edad al inicio, con seguimiento mediano de 26,8 años, y en el que se registraron 1.086 muertes de origen cardiovascular (ECV) y 598 muertes por cardiopatía isquémica (IAM) (en 974.850 años-paciente de seguimiento, lo que equivale a 1.114 muertes por ECV y 613 muertes por IAM por millón), mostraron una menor mortalidad cardiovascular, con valores de HR, respectivamente, de 1,4, 1,3, 1,9 y 1,7 en los participantes con niveles de LDL de 100-129, 130-159, 160-190 y >190, comparados con los que tenían un colesterol LDL de menos de 100 mg/dL.
Sobre la base de los resultados de este estudio observacional, los autores recomiendan modificar las guías de práctica clínica, que ahora deberían rebajar el nivel límite para iniciar tratamiento con estatinas de 190 mg/dL a 160 mg/dL. Ya no sorprende.
Una reducción ridícula, si se traduce a números absolutos.
Un solo estudio, y de carácter observacional.
Ausencia de relación dosis-respuesta clara en este estudio.