El objetivo de este estudio fue examinar la mortalidad relacionada con el uso de antipsicóticos a lo largo de 6 meses, en personas de edad avanzada con afectación cognitiva que residían en sus domicilios, y su variabilidad en relación con la fragilidad y el sexo.
MÉTODOS: Se realizó un estudio retrospectivo de cohortes en las bases de datos de Ontario, en personas de más de 65 años con demencia o afectación cognitiva significativa de 2008 a 2013. La fragilidad fue clasificada con una escala validada de 72 elementos. Los expuestos fueron los que recibieron una nueva prescripción de un antipsicótico en los 6 meses siguientes a la entrada en la cohorte, sin uso de antipsicótico en los 12 meses anteriores. Se emparejaron estos pacientes con otros por edad, sexo, fragilidad, año de evaluación y puntuación de propensión). La variable principal fue el tiempo hasta la muerte a partir de la fecha índice.
RESULTADOS: En 4.955 pares de expuesto y no expuesto, se registró una mayor mortalidad en los nuevos usuarios de antipsicótico, al cabo de 1, 3 y 6 meses, siendo el valor de HR más alto el correspondiente al primer mes [HR=2,08 (IC95%, 1,79-2,43)].
También al cabo de un mes, el riesgo relativo fue significativamente más alto en los pacientes no frágiles [HR=3,72 (IC95%, 2,45-5,66)] que en los frágiles [HR=1,74 (IC95%, 1,40-2,17)]. El NNH fue de 22,7; no mostró variabilidad según la fragilidad, pero fue más bajo en hombres (NNH=14,9) que en mujeres (NNH=35,0).
CONCLUSIONES: La mortalidad asociada a exposición a antipsicótico fue máxima en el primer mes de exposición, y mostró variabilidad significativa según la fragilidad.