El tratamiento antihipertensivo reduce la morbimortalidad cardiovascular en pacientes de riesgo elevado y en aquelos con una hipertensión arterial a partir de 160 mmHg; no obstante, no está claro su papel en pacientes con un riesgo intermedio y cifras de presión arterial inferiores. El ensayo HOPE–3 (Heart Outcomes Prevention Evaluation-3), evaluó la prevención primaria en pacientes sin enfermedad cardiovascular y con riesgo cardiovascular intermedio.
El estudio incluyó a 12.705 participantes (54% hombres, con una edad media de 65,7 años). Un 37,9% de la población era hipertensa y la media de la tensión arterial fue de 138,1/91,9 mmHg. El nivel medio del colesterol LDL fue 127,8 mg/dl. El seguimiento medio fue de 5,6 años
Con un diseño factorial 2×2, se definió como variable principal una combinada de infarto de miocardio no mortal, AVC no mortal y muerte cardiovascular. Para la variable secundaria se añadió la insuficiencia cardíaca, paro cardíaco o necesidad de revascularización.
El estudio se estratificó en tres brazos. En este primer artículo se publican los resultados de la comparación entre la combinación antihipertensiva con 16mg de candesartan /12,5mg de hidroclotiazida frente placebo.
Los resultados mostraron:
No se encontraron diferencias significativas en el objetivo primario (4,1% frente a 4,4%, respectivamente, [HR=0,93 (IC95%, 0,79-1,10)] ni en el secundario (4,9% frente a 5,2%) [HR=0,95 IC95%, 0,81-1,11)].
El HOPE-3 fue financiado por un subsidio del Canadian Institutes of Health Research y por Astra Zeneca.